Este santuario está situado al Oeste de la ciudad, a unos dos kilómetros de la ciudad. Podemos llegar allí a través de la primitiva carretera de Córdoba, que atraviesa la ciudad de Este a Oeste, o a través de la redonda que circunda al casco urbano.
Este
santuario está dedicado al culto de Ntra Sra. de Consolación en virtud
de las disposiciones efectuadas por Don Diego López de Pacheco, duque de
Escalona, marqués de Villena, conde de Santisteban de Gormaz, Mayordomo
Mayor de la reina Isabel la Católica y Capitán General del Ejercito
Cristiano, quién entabló batalla por la defensa de la plaza del Ejército
Musulmán Granadino en el mismo lugar en donde se encontró en 1450 la
imagen de la Virgen María en una cueva, a la que se encomendó el citado
don Diego. La victoria cristiana en esta batalla trajo por consecuencia
la construcción de este Santuario, bajo los auspicios y órdenes de don
Diego, dedicado al culto de Ntra. Sra. de Consolación. Antes de la
edificación, por orden de don Diego, del actual Santuario se puede
aseverar la existencia de una ermita primitiva que se vio ampliada tras
la obra que mandó hacer el noble castellano. Son interesantes los
frescos, maltratados por la incuria humana, que exornan la actual
sacristía de la ermita. En ellos podemos identificar en los vestigios
que han quedado los trazos finísimos de las distintas imágenes de una
Anunciación.
El
Santuario es destino de peregrinación popular el día 8 de Septiembre,
fecha conmemorativa de esta batalla. A través de los años el santuario
ha sufrido restauraciones, tanto en el interior del edificio, por
iniciativa de la iglesia Parroquial de Santa María, como en el exterior,
transformado por el Excmo. Ayuntamiento de Torredonjimeno.
Un problema que actualmente tienen los devotos de N.S. de Consolación es la dificultad que supone acercarse a pie a su Santuario, ya que han de atravesar la carretera nacional con los peligros que ello entraña.
El
recinto de la ermita, así como el edificio, ha sufrido modificaciones
que han respetado la integridad de éste. También se ha rescatado una
figura que llevaba mucho tiempo ausente, el guardés, popularmente
conocido como el "santero", que vela por la seguridad del entorno,
estando a disposición de los fieles que van allí a venerar a la Patrona
de Torredonjimeno.
Después de hacerle la Novena a la Virgen se la acompaña al Santuario, entre multitud de devotos. Últimamente en el recinto se viene celebrando la verbena y la fiesta que esta festividad religiosa despierta en el pueblo.